Pues sí, visitar y abrazar cachorritos es una de nuestra actividades favoritas…pero si además se trata de los hijos de nuestro emblemático y querido Dom, la emoción se multiplica por mil.
Aprovechando la oportunidad y el buen tiempo veraniego, el pasado viernes 26 de julio cogimos un avión rumbo a Ámsterdam, Holanda, con el objetivo de desplazarnos a Markelo, un precioso y pintoresco pueblo cercano a la frontera alemana, donde Hilde Obdeijn y su familia viven rodeados de naturaleza y crían Dálmatas LUA bajo el afijo Beech Lane Dalmatians.
Hace varios meses, a finales de abril, Hilde y su marido Charles nos visitaron junto a sus perras Belle y Jutta, en un viaje con una meta muy específica: cruzar a su perrita LUA Belle- Beech Lane Silver Maple, con nuestro madurito semental, rozando la barrera de los 10 años.
Como consecuencia y con mucha ilusión, el día 22 de junio Belle dio a luz a 13 cachorritos, de los que desgraciadamente dos, nacieron muertos. Esos 11 cachorros, 5 machos y 6 hembras, fueron sin duda el mejor regalo de cumpleaños que podíamos desear para Dom y para nosotros. Sí, así es, los últimos hijos de Dom nacieron el mismo día que él, hace 10 años.
Las semanas han ido pasando, y hemos ido siguiendo su desarrollo y evolución con mucho cariño y atención desde Barcelona, y nada nos hacía más ilusión que poder reencontrarnos con Hilde y su familia, para poder conocer a un camada tan bonita como la que ha criado.
Siempre me ha gustado y me gusta poder visitar a la descendencia de mi perro, con una gran ilusión y emoción dentro de mí, pues cualquiera que me conozca sabe lo que Dom significa para nuestra familia y para mí.
Con 5 machos (2 negros y 3 hígado) y 6 hembras (2 negras y 4 hígado), de los cuales 5 portadores del gen LUA (4 machos y 1 hembra), pudimos saber que no se encuentra ningún ojo azul, y que además todos ellos pueden oír, siendo los resultados del test de BAER de 10 cachorros con audición bilateral completa y una cachorrita con audición unilateral. Una camada con una morfología muy buena, apenas sin faltas y con un temperamento fabuloso, que nos dejó el corazón llenito y partido a la vez.
Como colofón a algo tan especial, y debido a la procedencia de papá, los cachorros han recibido nombres en español, con una clara simbología catalana y española: Beech Lane Crema Catalana, Beech Lane Rocca al Mare de Cataluña, Beech Lane Sol Ardiente, Beech Lane Viva la Vida, Beech Lane Ballada de Sardanes, Beech Lane Gran Alma Valiente, Beech Lane Don Quijote, Beech Lane Pablo Picasso, Beech Lane Costa Brava, Beech Lane Flamenco Vibrante y Beech Lane Don Diego De la Vega (El Zorro).
Esta es la cuarta vez que Dom engendra una camada, aunque se ha usado como reproductor un total de 5 veces (en Reino Unido, España (en casa), en Alemania, Bélgica y ahora en Países Bajos. Con dichas camadas, suma un total de 40 maravillosos hijos de los que nos sentimos muy orgullosos. Nuestro Dom se hace mayor, pero deja un buen legado tras él.
He de decir que estuve muy tentada sobre todo con un cachorro que nos ha robado el corazón desde el primer minuto, y que es una mini copia del padre, portador del gen LUA, pero me conmueve e ilusiona saber que, al tener que negarme por motivos obvios, ese gran cachorrito se quedará en casa de Hilde.
Fue un fin de semana memorable, lleno de sentimientos encontrados, amor y marchitas, risas y algunas lágrimas de pura emoción, en el que además también pudimos hacer turismo local y visitar la zona, pudiendo conocer uno de los icónicos castillos de los alrededores de Markelo. Desde luego, nos fuimos enamorados, una vez más, de este país.
Muchas gracias a Hilde y a toda su familia por acogernos todo el fin de semana en su preciosa casa, por ponernos todas las facilidades y por dejarnos disfrutar de estos maravillosos regalos. Me alegra saber que todos ellos tienen y tendrán familias que los acogerán con muchísima felicidad y ganas, que van a vivir vidas plenas, y que incluso algunos seguirán los pasos de sus predecesores y podremos verlos en exposiciones y/o siendo padres y madres orgullosos el día de mañana.
No sé si la vida reproductiva de Dom será mucho más larga, pero lo que sí sé seguro, es que cada perrito nacido de él, se ha llevado un trocito de mi alma, y de la suya.