Así es como se llama uno de los eventos cinófilos más importantes del mundo, lo que conocemos como el Campeonato del Mundo, que cada año se juzga en un país diferente, dentro de uno de los 5 continentes, y que reúne a los mejores ejemplares de múltiples países del globo.
Vienen siendo semanas muy muy agotadoras, aunque también muy emocionantes; y hace pocos días llegamos de Zagreb, Croacia, donde este año se celebraba el World Dog Show 2024, el país de origen y procedencia del Dálmata (teníamos que ir 🤓), y al que asistimos con Hero.
Con casi 13.000 ejemplares, nuestra maravillosa raza contó con 102 inscritos, por lo que pudimos ver a un gran número de Dálmatas y fue una gozada reencontrarnos con algunos criadores y amigos que solo podemos ver y conocer en persona en certámenes de tal envergadura. Las juezas encargadas de juzgar la raza fueron Ivana Bakal para los machos y Zeljka Halper para las hembras y el Mejor de Raza (ambas croatas).
Para ello, el miércoles 24 de abril, nos embarcamos en un largo viaje de más de 17 horas y 1.600 km. El mismo miércoles- primer tramo del viaje- hicimos noche en Francia casi en la frontera con Mónaco, y el jueves a primera hora de la mañana (6:30h) retomamos el viaje hasta Jastrebarsko, donde nos hospedábamos, tras acabar de cruzar Francia, Italia y Eslovenia. Llegamos cansados, pero a una hora prudente para sacar a Hero, asearnos y cenar pronto, ya que al día siguiente tocaba madrugar de nuevo para salir al ring.
El recinto ferial estaba ubicado a unos 30 minutos del hotel, y estas exposiciones tan masivas suelen ser un poco aventura para aparcar, descargar, dirigirse al pabellón en cuestión y encontrar sitio donde, como solemos decir, «plantar los bártulos»… así que de nuevo, a las 6 de la mañana sonó el despertador e iniciamos la carrera. Los accesos eran bastante correctos y no nos supuso demasiado trabajo encontrarnos allí con nuestro «campamento» montado al cabo del poco rato. Pudimos entrenar un poco en el ring antes del inicio de los juicios a las 08:30h, e inicialmente vimos a un Hero lleno de energía, un poco distraído pero lo habitual a su edad en una exposición tan concurrida. Tras unos minutos de movernos por el ring, parecía motivado y más centrado.
Hero tiene quince meses y medio, y aunque ya ha rodado bastante, sigue siendo un perro joven con todo lo que eso conlleva, y tras un viaje tan largo y de poco descanso, pagamos las consecuencias:
Entramos a ring los 10 ejemplares jóvenes y enseguida noté que Hero no estaba demasiado espléndido, y aunque dividieron el juicio en grupos para poder lucir a cada perro como merecía, por desgracia no fue nuestra mejor salida. Hero estaba totalmente apagado, poco activo por no decir que estaba algo apático, y por consiguiente no posó ni se movió como él sabe ni suele hacerlo. Lamentablemente no pasamos el primer corte y fue calificado con Muy Bueno (sin clasificar).
Así es el juego, y todos venimos a jugar. Hay días en que el perro te acompaña y si tienes suerte obtienes un resultado acorde, y otros en que debemos entender y aceptar que no tiene el día, y también recibes un resultado acorde 😬.
Este es su primer Muy Bueno desde que empezamos su carrera deportiva. Es cierto que hace años un gran criador y amigo, cuando Dom obtuvo su primer y único Muy Bueno, me dijo: «..en la vida de todo gran perro Campeón, siempre hay un Muy Bueno», y cuánta razón tenía. Nos hubiera gustado que el primer Muy Bueno de Hero no se diera en este escenario, pero lo que es evidente es que el perro estaba molido después del viaje.
Al mediodía, se juzgaba una exposición adicional llamada Croatian Winner, en la que habíamos inscrito aprovechando que se juzgaba en el mismo lugar, el mismo día. Y qué bien hicimos de inscribir y salir al ring, porque al menos pudimos sacarnos un poquito el mal sabor de boca después de la decepción de la mañana. Hero, esta vez con mejor actitud y algo más animado y activo, fue Exc3 en clase joven, haciéndolo todo de forma un poco más parecida a la que lo suele hacer normalmente. Quedó por detrás del vencedor del Spring Show (previa de la Mundial) y del vencedor de la mañana, el cual se proclamó Campeón Joven del Mundo.
Así que con un poco más de humor, pasamos lo que quedaba de día en el recinto, comimos, vimos a algunos amigos, y después de pasear por la zona comercial y hacer las fotos pertinentes, recogimos y volvimos al hotel, donde pudimos descansar toda la tarde y comentar el día con Dolors, que nos acompañó en la aventura.
Como se suele decir, «a veces se gana y a veces se aprende», y desde luego esta experiencia nos ha servido para conocer mejor a Hero, y entender que en exposiciones así, él necesita un día de descanso por medio (sí, al día siguiente estaba fresco como una rosa y a tope de power 😅).
El sábado, con calma y sin prisas, recogimos para iniciar el viaje de vuelta, sí, 1.600 km más. Es una locura, ¿verdad?
Pues aún y con todo, sigo pensando que vale la pena asistir a estas exposiciones: es una forma de ver perros en vivo, disfrutar de buenos perros, valorar posibles machos reproductores para el futuro, conocer a criadores que antes no conocías y reencontrarte con los que ya conoces; digamos que…es networking 😂, y siempre se aprende algo nuevo. En cada expo, pero en estas más. Pienso que todo buen criador que se precie debe asistir a estos certámenes, independientemente del resultado. Esa es la esencia, es parte de nuestra locura.
Tras un primer tramo de 11 horas, dormimos en Francia, y el domingo a medio día llegamos a casa, exhaustos pero con una Mundial más a nuestras espaldas; que no fue todo lo bien que podría haber ido, pero que nos sirvió para seguir trabajando con la certeza de que nada es gratuito: lo bueno no es suerte, y lo malo no es un fracaso, te da perspectiva y te mantiene humilde.
Ha sido un placer estar entre los mejores del Mundo, una vez más.
Next stop: Exposiciones Nacional e Internacional de Martorell.